Como proveedores de sillas en toda España, en Talaya Ambrona sabemos que cuando se trata de sillas tapizadas en poliéster, su mantenimiento y limpieza adecuada son fundamentales para evitar que pierdan color o se estropeen antes de los esperado. Sin embargo, como muchas personas no tienen claro cómo deben limpiar las sillas, hemos preparado una guía paso a paso sobre cómo limpiar tus sillas tapizadas en poliéster, asegurando que puedas cuidar de ellas con facilidad.
¿Cómo limpiar una silla tapizada en poliéster?
Paso 1: Aspíralas con frecuencia
El primer paso en el cuidado y limpieza de tus sillas tapizadas debe ser un aspirado regular. Utiliza la manguera de tu aspiradora con un accesorio de cepillo suave para evitar dañar la tela. Aspira profundamente en todos los rincones, grietas, y sobre toda la superficie del tapizado para eliminar el polvo y los restos acumulados. Este proceso no solo prepara la tela para una limpieza más profunda, sino que también previene la acumulación de suciedad que puede incrustarse en las fibras del tejido y estropearla poco a poco.
Paso 2: Limpia las manchas
Cuando aparecen manchas, es muy importante limpiarlas de inmediato. El poliéster es bastante resistente a las manchas, pero el tratamiento adecuado es fundamental para evitar que queden marcas permanentes.
- Preparación de la solución: Mezcla una parte de agua con una parte de vinagre blanco y una pequeña cantidad de jabón líquido para platos para crear una solución de limpieza efectiva pero suave.
- Aplicación: Empapa un paño blanco limpio o una esponja en la mezcla y elimina el exceso de líquido. Aplica sobre la mancha con toques suaves. Eso sí: nunca frotes, ya que esto puede dañar las fibras o extender la mancha por el resto de la tela.
Paso 3: Ahora limpia el resto de la silla
Una vez tratadas las manchas, es recomendable hacer una limpieza general de toda la superficie tapizada.
Lo ideal es que humedezcas ligeramente un paño limpio en la misma mezcla de limpieza que has usado para las manchas y lo pases de manera uniforme sobre toda la superficie de la silla. Asegúrate de no saturar la tela; la humedad debe ser mínima para evitar que generes daños al tejido y, además, aceleres el proceso de secado.
Paso 4: Enjuaga la silla
Después de limpiar la superficie, es importante «enjuagar» cualquier residuo de la solución de limpieza para evitar que los productos dañen el tejido.
Usa un paño limpio humedecido solo con agua para pasar suavemente sobre la superficie tratada. Este paso ayudará a eliminar cualquier resto de jabón en modelos como la butaca Bedia.
Paso 5: Secado
El secado adecuado es crucial para evitar que la humedad se asiente en las fibras de la tela. Deja que las sillas se sequen completamente al aire en un área bien ventilada. Evita la exposición directa al sol o usar secadores de calor directo, ya que pueden dañar el tejido o provocar la pérdida de color del tejido. Por cierto, no te olvides de secar los reposabrazos, que también pueden estropearse si no les prestamos atención.
Errores típicos al limpiar sillas tapizadas en poliéster
Con el paso de los años, hemos visto como cientos de clientes han cometido los mismos errores al limpiar sillas de poliéster y con estos pequeños tips vamos a intentar evitar que tú también los cometas:
Haz una prueba previa
Antes de aplicar los productos de limpieza en una zona visible realiza una prueba de color en un área oculta de la silla para comprobar que no estropea la tela o degrada el color.
No uses mucho líquido
Cuando estés frotando con una bayeta o un trapo, asegúrate de no esté empapada. Si el líquido llega hasta los resortes o la madera y se acumula ahí, podría estropear las estructuras internas de la silla, como el relleno y los resortes, por posibles daños por humedad.